Ultimamente hago muchos viajes. He estado pasando por un giratorio de la zona de "la Baixa Tordera" diversos días a horas diferentes y siempre he visto esta garza real (bernat pescaire) (Ardea cinerea) posada en un campo, al lado mismo del giratorio y de los coches que pasamos. La primera vez me asombré, la segunda también, la tercera pasé buscándola a ver si todavía estaba (que estaba), y la cuarta casi me paré a ver si es que estaba enferma, o atada. Pero no, se asustó y salió volando.
La quinta vez llegué con la cámara preparada en el asiento, paré en el margen, y entre coche y coche pasando en dirección contraria conseguí hacerle esta fotografía.
Y allí sigue tan ricamente. No tengo ni idea de costumbres ornitológicas, pero hay que reconocer que verla cada día tan cerca del mundanal ruido es llamativo.
Vaya garza curiosa, parece un anuncio de carrerteras! En Mérida hay una rotonda en pleno centro en las que muchos días hay un grupo de 15-20 garcillas alientándose en el césped, tan porque tranquilas, mientras decenas de coches circulan a su alrededor. Allí están seguras de que nadie va a parar su coche en medio de una rotonda para molestarlas!
ResponEliminaCerca de aquí tenemos una zona húmeda al lado mismo de la autopista. Ninguna ave se inmuta ante el ruido constante de los coches, pero a la que pasa una persona andando por el otro lado, salen despavoridas.
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